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jueves, 12 de mayo de 2011

COM PAEG

COMENTARIO DE TEXTO.  FILOSOFÍA II.
FRIEDRICH NIETZSCHE.

15. Tres transformaciones del espíritu os menciono: cómo el espíritu se convierte en camello, y el camello en león, y el león, por fin en niño […] ¿Qué es pesado? así pregunta el espíritu paciente, y se arrodilla, igual que el camello, y quiere que se le cargue bien […] ¿Acaso no es: humillarse para hacer daño a la propia soberbia? ¿Hacer brillar la propia tontería para burlarse de la propia sabiduría? […] Con todas estas cosas, las más pesadas de todas, carga el espíritu paciente: semejante al camello que corre al desierto con su carga, así corre él a su desierto. Pero en lo más solitario del desierto tiene lugar la segunda transformación: en león se transforma aquí el espíritu, quiere conquistar su libertad como se conquista una presa, y ser señor en su propio desierto. Aquí busca a su último señor: quiere convertirse en enemigo de él y de su último dios, con el gran dragón quiere pelear para conseguir la victoria. ¿Quién es el gran dragón, al que el espíritu no quiere seguir llamando señor ni dios? “Tú debes”, se llama el gran dragón. Pero el espíritu del león dice “yo quiero” […] Crear valores nuevos -tampoco el león es aún capaz de hacerlo: mas crearse libertad para un nuevo crear- eso sí es capaz de hacerlo el poder del león. Crearse libertad y un no santo incluso frente al deber: para ello, hermanos míos, es preciso el león […] Pero decidme, hermanos míos, ¿qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león ha podido hacerlo? ¿Por qué el león rapaz tiene que convertirse todavía en niño? Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí […] Tres transformaciones del espíritu os he mencionado: cómo el espíritu se convirtió en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño (F. NIETZSCHE, Así habló Zaratustra, Madrid, Alianza, 1984, pp. 49-51).

1-. Sitúa al autor en su contexto.
Nietzsche es un filósofo de la 2ª mitad del s.XIX que llevó a cabo una crítica contundente sobre la tradición filosófica occidental. Para Nietzsche la historia del pensamiento occidental es el error más largo que ha cometido el hombre, dilapidando la vida y creando una serie de valores ascéticos que eran totalmente falsos y vacíos. Nietzsche diagnostica la enfermedad y le pone remedio a través de la venida del superhombre.
2-. Tema.
Nietzsche describe la transformación desde el hombre metafísico que cree en ciertos valores que se demostrarán vacíos, pasando por el último hombre que todavía no puede crear nuevos valores, aunque conoce la situación de incertidumbre y vacuidad en la que se encuentra, hasta llegar al superhombre que puede crear valores nuevos, activos y positivos, amando la vida por encima de todo.
3-. Ideas principales.
-      Nietzsche nos va a presentar, desde un punto de vista metafórico, las tres transformaciones que debe experimentar el espíritu.
-      El hombre del pensamiento metafísico se asimila a un camello, que carga en su espíritu toda una serie de cosas inútiles para la vida, burlándose de la sabiduría y proclamando a los cuatro vientos, el ascetismo y la verdad absoluta.
-      El hombre del nihilismo, el último hombre como diría Nietzsche, se asimila al león que quiere plantar cara y deshacerse de los últimos resquicios de resentimiento, ascetismo y decadencia, luchando con el “dragón”, con la ética kantiana y cristiana, con el tú debes, y cambiarlo por el “yo quiero”, en un intento por aferrarse a la vida y devolverle su valor.
-      Pero el último hombre no puede todavía crear nuevos valores, no puede entender la vida como voluntad de poder y eterno retorno, y por ello se necesita una última transformación, la del león en niño. Se necesita olvidar todo lo anterior para empezar de nuevo, y tomar las cosas por primera vez, para interpretarlas por primera vez sin prejuicios. Se necesita la llegada del superhombre para retomar lo que Heráclito empezó.
4-. Relaciona las ideas.
         Las ideas de este texto nietzscheano tienen, como podemos ver, un marcado acento metafórico, tal y como sucede en todo el libro “Así habló Zarathustra”. En este texto Nietzsche parte de una afirmación clara: nos va a explicar cómo el espíritu humano sufre (tiene que sufrir) ciertas transformaciones. A reglón seguido comienza a explicarnos tales transformaciones: la primera tiene lugar cuando el camello se convierte en león; el camello, un animal que hinca sus rodillas para ser cargado es como el hombre metafísico que carga con la culpa y el pecado y con ello se le inmoviliza y se le arrastra hacia el desprecio por la vida. Pero se da cuenta de su error y se transforma en león, un animal fiero y combativo que quiere acabar de una vez por todas con las cadenas de la ética cristiana, con la moral de esclavos, quiere liberarse del “tú debes” y dejar paso al “yo quiero”, al amor hacia el mundo, entendido como flujo de fuerzas, y hacia la vida. Pero se necesita una última transformación, se necesita que el león se convierta en niño, mostrándonos que se necesita de esa inocencia que caracteriza al niño para empezar de cero, para no coger malo hábitos ni partir de ciertos prejuicios, se necesita comenzar de cero, amando la vida por encima de todas las cosas y creando valores que hagan posible esa glorificación de la vida.
5-. Explicación del texto.
         Profundicemos un poco más en lo que ya he explicado en los puntos anteriores. Nietzsche, como sabemos, considera que la historia del pensamiento occidental, que es la historia de la metafísica y de la moral cristiana, es un gran error, y por ello, una vez diagnosticado el mal que aqueja al mundo y al ser humano, hay que plantear un remedio, una curación. Nietzsche pretende, a través de su filosofía, liberar al hombre de sus ideas metafísicas, liberarlo de la pesada carga del ideal ascético judeo-cristiano, y convertirlo en un hombre libre que ame la vida por encima de todo. Y para representar tal liberación nos plantea las tres transformaciones que debe experimentar el espíritu humano. El hombre metafísico y cristiano (el camello) confía y cree en los valores impuestos por la metafísica occidental y por el cristianismo; el error que empezó Sócrates-Platón y que continuo con fuerza el cristianismo, la escisión entre un mundo verdadero y un  mundo falso, entre tierra y cielo, es creído a pies juntillas por ese hombre metafísico, que está convencido en la posibilidad de una única verdad absoluta, en la posibilidad de una vida mejor después de la muerte al lado de Dios; para Nietzsche tal hombre está equivocado, ya que no hay ni mundo verdadero, ni una verdad absoluta, ni Dios, ni vida después de la muerte, y ahí es cuando el camello se transforma en león, es decir, en aquel hombre que reconoce y sabe de la vacuidad de los valores metafísicos y cristianos, el hombre que sabe que lo único que hay es la vida en su constante devenir, una vida que no podemos atrapar, pero que tenemos que aceptar con sus contradicciones con sus cosas buenas y malas, felices y tristes. Ese “último hombre” quiere derrocar de una vez por todas el “tú debes” cristiano y kantiano, y transformarlo en “yo quiero” lejano de reglas ascéticas y de la idea de pecado, alcanzando así la libertad de movimiento que el ser humano merece, aunque se equivoque, ya que la vida, como decíamos, es error y acierto. En ese “yo quiero” se muestra un conato de amor fati, de amor hacia la vida alejada del corsé racional y conceptual que se le había impuesto por parte de la metafísica anterior, y es ahí donde surge la última transformación, la del león en niño, la del “último hombre” en superhombre, ya que se necesita el olvido definitivo de todo lo anterior, una vez el mundo verdadero deviene fábula se necesita la llegada del superhombre, del niño que con su inocencia empieza de nuevo, sin prejuicios, sin dogmas, sin corsés sobre los que actuar; el superhombre verá el mundo, la vida como lo que es, un conjunto de fuerzas en continuo conflicto, un mundo como voluntad de poder, donde el eterno retorno se ocupará del triunfo de las fuerzas activas y creadores. Ama de tal forma la vida, dirá Nietzsche, que quieras que todo lo que hagas se puede volver a repetir de la misma forma eternamente.

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