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miércoles, 24 de noviembre de 2010

INTRODUCCIÓN FILOSOFÍA MEDIEVAL

APARICIÓN DEL CRISTIANISMO.
 
           Roma es heredera de la cultura griega que en los tiempos del imperio alejandrino, tras su expansión por oriente toma contacto con los cultos mistéricos orientales. La pérdida del marco colectivo de la polis y la necesidad de salvación individual que aquel clima propiciaba desemboca en unsincretismo religioso que dará lugar a la aparición de la gnosis y del cristianismo.
 
            En el clima filosófico y religioso del período helenístico-romano la aparición del cristianismo no supone un hecho extraordinario si se tiene en cuenta que podía ser considerado como una más de entre otras tantas opciones religiosas importadas de las tierras conquistadas por el Imperio.
 
            Tres son los principales rasgos de la filosofía de esta época:
  Una predominante y creciente orientación hacia cuestiones ético-políticas.  
  • Una preocupación salvífica que la hace progresivamente permeable a influjos místico-religiosos.
  •  Eclecticismo que sintetiza las tres grandes escuelas del pasado: platonismo, aristotelismo, y estoicismo.
  • La ética estoica tiene como principal característica la interiorización, consecuencia de la pérdida de la dimensión política  de la ética griega anterior. En contrapartida a ésta crisis de exterioridad se plantea el problema de la salvación individual: salvación frente al azar histórico y sobrenatural.
 
            Por otra parte, como resultado del eclecticismo filosófico se gestó una visión general del mundo como base para una especie de religión filosófica universal, en la que los principales ingredientes eran la cosmología estoica del universo vivo y armónico sometido a una conflagración cíclica; la dualidad platónica de mundo eidético y mundo sensible; la trascendencia neopitagórica del Uno-Dios, cuya distancia hasta la materia era salvada por una larga serie de ángeles y demonios; la jerarquía aristotélica de los seres en virtud del alma y la concepción del hombre como un microcosmos.
            Sin embargo, aunque obsesivamente preocupada por el problema de la salvación, tal religión filosófica o filosofía religiosa estaba reservada a las minorías cultas. La búsqueda mayoritaria de un dios sensible, personal y de garantías de salvación fácil encontró satisfacción en las religiones mistéricas que habían ido penetrando en el Imperio desde Oriente. Lo esencial de los misterios (de Dionisos, Atis, Adonis, Osiris, Mitra, etc.) es el culto a un dios que muere y renace. Mediante los rituales los fieles tratan de reproducir la peripecia del dios en virtud de cuya imitación se garantiza la salvación. La muerte y el sufrimiento del dios, al suponer una asunción de lo esencial de la vida humana (el dolor y la muerte), implica una humanización del dios cuya contrapartida es la de posibilitar una divinización del hombre.
 
            Entre las ceremonias más repetidas y comunes a diversos cultos se hallaba la comida comunitaria de los fieles en la que comulgaban al propio dios ingiriendo su sustancia y obteniendo en virtud de ello la gracia divina.
 
           Las notables similitudes de los misterios con el cristianismo paulino (de San Pablo)  se presentan también en el caso del hermetismo. ElCorpus Hermeticum es un conjunto de escritos compuestos durante los tres primeros siglos después de Cristo atribuidos a la revelación del dios egipcio Thot ( Hermes Trimegistos para los griegos). En este corpus encontramos ideas como: el Dios Padre es Luz, Nous, Sabiduría, y el Verbo es su hijo; el mundo sensible se forma por una especie de división interior de la voluntad de Dios que, habiendo recibido en sí al Verbo, genera un segundo Nous o Demiurgo, creador de los cuerpos celestes y de la vida animal; el primer Nous engendra al Hombre arquetípico, imagen del Padre, a quien hace donación de toda su creación; pero el hombre se enamora de la Naturaleza ; esto tiene como consecuencia la Caída. Ahora el hombre  tiene una doble naturaleza, mortal e inmortal, esta última deberá ser redimida mediante la ascesis.
 
            El esfuerzo que caracterizó al período helenístico fue el intento de reducir todas las religiones y filosofías conocidas a una sabiduría única. Tal fue el empeño de la Gnosis. A menudo se confunde la gnosis con una herejía cristiana que surgió en los siglos II y III, olvidando que es anterior y mucho más amplia que el cristianismo.
              Espero que lo hasta ahora dicho sirva para ilustrar el clima religioso-filosófico en el que entra a escena el cristianismo, así como para dar cuenta de algunas de las transformaciones que se operan en él al contacto con este clima inicial. No obstante, y a pesar de su tardía elaboración (ninguno es anterior al año 70), ni tan siquiera en el núcleo más antiguo de los Sinópticos (evangelios de San Marcos, San Mateo y San Lucas. El evangelio de San Juan merece capítulo aparte) pueden encontrarse indicios de lo que serán dogmas fundamentales de la ortodoxia futura: la Encarnación , Divinidad de Jesús y la Redención. Los tres son fruto de la helenización del cristianismo tempranamente iniciada por San Pablo.
 
            El verdadero fundador de lo que históricamente ha sido el cristianismo fue San Pablo. Su particular interpretación teológica de la figura de Jesús acabó por vencer al judeo-cristianismo primitivo, inaugurando una evolución doctrinal que culminaría en el siglo IV en la ortodoxia de la Iglesia Romana, tras fuertes polémicas en las que se fueron seleccionando los escritos que se consideraban canónicos de los que no debían serlo; fueron eliminados los llamados evangelios apócrifos (
Evangelios de Eva, María Magdalena, Judas Iscariote, Tomás, Matías, Felipe, Basílides, de los egipcios, etc.)que tanta actualidad han cobrado con novelas como el Código DavinciEl último merovingio, etc.… La culminación de esta helenización del cristianismo la representa el Evangelio y las Epístolas  de San Juan terminados alrededor del año 98 de nuestra era. La clave de la suerte futura del cristianismo se encuentra en el prólogo evangélico (Juan I, 1-18) que tras recoger la teoría de Filón ( 15 a . C.-41 d. C.) del Lógos divino, añade lo que marcará el rasgo distintivo del cristianismo : El Lógos se hizo carne y acampó entre nosotros. Todo el resto del Evangelio (lleno de contradicciones con respecto a los Sinópticos) no es más que la interpretación teológica y mística de la vida de Jesús al servicio de esa tesis.
              Como decíamos, el cristianismo es, entre otras cosas,  la historia de una polémica entorno al significado de la figura de Jesús: por una parte lacomunidad de Jerusalén, por otra San Pablo. La clave del debate era la interpretación del sentido de la crucifixión , la redención y la Parusía (la segunda venida de Jesús que traería la salvación). Para San Pablo la crucifixión suponía ya la redención de los pecados: mediante su sacrificio Jesús había salvado a la humanidad, de una vez y para siempre, y dicha salvación es actualizada eternamente en el rito de la eucaristía mediante el que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Cristo, y precisamente es la comunión la que abre la puerta al Reino de Dios, situado así en el interior del creyente. En cambio, para la comunidad de Jerusalén la figura de Jesús se correspondía con la idea judía de Mesías (ungido de DiosCristos en griego) que traería el Reino de Dios a la Tierra. Pero la crucifixión en un principio fue mal acogida porque suponía el fracaso del Mesías (¿Podría consentir Dios la muerte de su elegido?) Superada esta primera decepción, surgió la fe en la resurrección, sin embargo, las antiguas comunidades de Jerusalén esperaban la segunda venida de Jesús, la Parusía , en la que Jesús aparecería como Rey victorioso y Juez supremo, instaurando el Reino de Dios. Todavía siguen esperando! Así las cosas, la interpretación de San Pablo fue la triunfante, y el cristianismo actual es nada más o nada menos que una interpretación de la figura de Jesús en clave filosófica, llena de elementos de religiones mistéricas, estoicos, neoplatónicos, gnósticos, herméticos, etc.…

2. FE Y RAZÓN EN LOS PADRES APOLOGISTAS

            Es en el siglo II, después del proceso de helenización antes apuntado someramente, cuando el cristianismo sale de su intimidad sectaria y seenfrenta, literalmente, a la cultura pagana del Imperio (a partir del año 64, siendo emperador Nerón), pasa a ser una religión ilícita. La vocaciónuniversalista del cristianismo y su dogmatismo monoteísta era una amenaza para toda la constelación de dioses del paganismo. A los ojos de los iniciados en la filosofía el cristianismo debía resultar teóricamente intolerable ya desde la misma afirmación de una creación ex nihilo, por no mencionar una ética de lo pusilánime que luego Nietzsche calificaría como una ética de esclavos. Comparemos brevemente cuáles eran las diferencias esenciales entre la filosofía griega y el cristianismo: 
   TEMAS
   CRISTIANISMO
     FILOSOFÍA
MUNDO
Creación ex-nihilo
Absurdo que del No-Ser surja el ser.
 DIOS
Monoteísmo: Dios es uno 
Omnipotencia divina
Politeísmo y agnosticismo
Aristóteles: Motor inmóvil. Puro acto
 

HISTORIA
Dios interviene en la historia: Providencia divina
Dios se hace hombre y muere: acontecimiento central en
 la H historia
Sentido de
 la Historia : crear el Reino de Dios en la Tierra.
La divinidad en su perfección no necesita moverse o intervenir en los asuntos humanos. 
La Historia no tiene sentido. Es cíclica. Eterno Retorno

VERDAD
La verdad es una. Verdad= Palabra de Dios: Biblia
La verdad es múltiple y relativa 
El conocimiento del hombre es limitado
 ÉTICA
El hombre es libre.Bueno o malo según use su libre albedrío. 
Predominio de la voluntad 

El mal no procede de la libertad, sino de la ignorancia. Intelectualismo moral. 
Predominio de la Razón

             En primer lugar habría que matizar que la noción de la creación ex nihilo, el libre albedrío y la concepción lineal de la historia y el monoteísmo se deben a la herencia hebraica, y por lo tanto no son una creación original cristiana. Lo que sin duda es una de las características más sobresalientes del cristianismo es su talante universalista y su ética basada en la piedad, contrastando así, con la Ley del Talión judía y con la ética de corte aristocrático pagana.           
              A estas razones de tipo teórico se unían otras de tipo sociológico: la falta de crédito que suponía el reclutamiento de partidarios entre las clases más bajas, oprimidas e iletradas de la sociedad. Por otra parte se había levantado en torno al cristianismo toda una leyenda negra sobre lo sanguinario de sus rituales y lo bárbaro de sus conductas, probablemente esto no fuera más que una acción propagandística de sus adversarios, o una extrapolación de los rituales de otras sectas de la época.
             Los apologistas, palabra que significa defensores, trataban de salir al paso de las acusaciones que se imputaban a los cristianos. Sería interesante trasladar aquí un pasaje del Octavio  del apologeta latino Minucio Félix, cuyo protagonista es Cecilio, personaje que encarna a un romano medio y que nos ilustra sobre el clima anticristiano del siglo II:
              "Gentes que forman una conjuración sacrílega de hombres ignorantes de la última hez de la plebe y mujercillas crédulas, fáciles de engañar por la misma fragilidad de su sexo, que se juntan en nocturnos conciliábulos y se ligan entre sí por ayunos solemnes y comidas inhumanas; casta que ama los escondrijos y huye de la luz, muda en público y gárrula por los rincones. Desprecian, como sepulcros, nuestros templos, miran con horror a nuestros dioses, se mofan de nuestro culto; rechazan, desarrapados ellos, nuestros honores y púrpuras. ¡Qué maravillosa necedad e increíble audacia! Desprecian los tormentos presentes, mientras tienen miedo de los inciertos y por venir; y temiendo morir después de la muerte, no temen morir de presente. De tal suerte una esperanza, para engañar su pavor, les lisonjea con consuelos de resurrección.
            Y ya, como sea ley que lo peor se propague con extraña fecundidad, favorecidos por la creciente corrupción de las costumbres, vemos cómo por todo el mundo se están multiplicando los abominables santuarios de esta impía coalición"
             Como se notará, tras el ardor de esta crítica pagana al cristianismo los apologistas tenían por delante una ardua tarea.
             Entre los apologistas griegos, a los que nos referiremos como APOLOGISTAS ORIENTALES:
http://ficus.pntic.mec.es/amoe0013/FILO-II/imafilo2/medieval/justino.jpgJUSTINO (100-164) se esfuerza en acercar teóricamente el cristianismo a la filosofía. En su opinión, la filosofía conduciría a Dios, es más, ella sería  un paso necesario, pero intermedio, hacia la sabiduría cristiana en la cual concluiría la búsqueda del conocimiento y se resolverían todos los problemas que la filosofía  pagana se plantea.
            ATENÁGORAS (-+170) en su apología titulada Súplica para los cristianos  se propone refutar las tres acusaciones que comúnmente se lanzan contra ellos: el ateísmo, los banquetes tiesteos (caníbales) y el incesto a la manera de Edipo. Atenágoras recurre por primera vez a una  prueba racional de la unicidad de  Dios y por consiguiente, la refutación del politeísmo. En cuanto a las relaciones con la filosofía, se sitúa en la misma línea que Justino al opinar que hay una sola sabiduría o filosofía verdadera que se alcanza mediante la Revelación y para la cual la filosofía griega puede ser una propedéutica.
    MINUCIO FLAVIO (+-180) comparte los mismos presupuestos que Atenágoras.
http://ficus.pntic.mec.es/amoe0013/FILO-II/imafilo2/medieval/clemente.jpgCLEMENTE DE ALEJANDRÍA (150-215), principal impulsor de las teorías del robo y de su inspiración por el Lógos, considera en consecuencia que la filosofía no es sólo una preparación para el cristianismo, sino también una importante ayuda en su comprensión. Aunque por encima de la filosofía se sitúa la fe, ya que ésta es la revelación de la verdad por parte del Lógos, más allá de la fe se sitúa la gnosis, cuyo objeto es el conocimiento de Dios, reservado a una selecta minoría y obtenido por la vía negativa.           
            Frente a los ya mencionados apologistas orientales que han intentado establecer la continuidad del cristianismo y la filosofía griega y han presentado la doctrina cristiana como la verdadera filosofía, que la revelación de Cristo ha conducido a su última perfección, los:
APOLOGISTAS OCCIDENTALES que relacionaremos a continuación, tienden a reivindicar la originalidad irreductible de la revelación cristiana en relación con la sabiduría pagana y fundarla en la naturaleza práctica e inmediata de la fe, antes que en la especulación filosófica . Este carácter de la apologética se  manifiesta sobre todo en:
http://ficus.pntic.mec.es/amoe0013/FILO-II/imafilo2/medieval/Tertullian_2.jpgTERTULIANO ( 160-?). Su punto de partida es la condena de la filosofía, que ,según él, es la fuente de todas las herejías. No sólo el testimonio de la fe da cuenta de la razón del cristianismo, también el alma, a la que Tertuliano asimila al sentido común puro y simple más que a la conciencia como posteriormente hará Agustín de Hipona.
             Entre los griegos, TACIANO (+-170) mantuvo igualmente una postura hostil frente a la filosofía pagana.
             Tanto los apologistas partidarios del diálogo con la filosofía como aquellos otros que la deploran utilizan principalmente dos teorías para explicar las  coincidencias entre cristianismo y filosofía. La primera de ellas, la teoría del robo de los filósofos, procedente de Filón de Alejandría, según la cual éstos tomaron del Antiguo Testamento las únicas verdades que se pueden encontrar en la filosofía pagana. El segundo argumento: la teoría estoica del Lógos, que fue primero platonizada, después incorporada al judaísmo por parte de Filón y más tarde al cristianismo en el Evangelio de San Juan. Tras convertir al Jesús histórico en el Lógos encarnado y olvidado el largo proceso que ha conducido a ese resultado, los cristianos del siglo II se sorprenden al encontrar en la filosofía pagana las verdades que ellos les han robado y recurren para explicarlo a lainvención de una teoría que postula una revelación parcial del Lógos anterior a su encarnación en la figura de Cristo. Paradójico.
      La obra de los apologistas no debió dirigirse tan solo contra los enemigos externos del cristianismo, sino también contra los enemigos internos, es decir contra la gnosis llamada herética. Mientras que para la gnosis considerada herética la Redención de Jesús consistió principalmente en la transmisión de un saber salvador, oculto hasta entonces, para la denominada gnosis ortodoxa lo principal está en la Redención del pecado humano mediante la pasión, muerte y resurrección, haciendo hincapié en la fe, y no en el conocimiento como la gnosis "herética".
             Hasta ahora hemos visto cómo el cristianismo  que ha llegado hasta nosotros no es un fenómeno puro y aislado, sino que ha seguido un proceso de contaminación filosófica y de otras religiones anteriores contemporáneas a él. Por supuesto, lo mismo cabría decir de la filosofía, también ella es fruto de esa contaminación. Sin embargo, el cristianismo 

domingo, 14 de noviembre de 2010

PRESENTACIÓN DE ARISTÓTELES

SI PINCHAS EN ESTE ENLACE PUEDES VER LA PRESENTACIÓN EN POWER POINT QUE HEMOS PUESTO EN CLASE SOBRE ARISTÓTELES



FILOSOFÍA HELENÍSTICA

ÉPOCA HELENÍSTICA

La crisis del mundo griego abarca desde la muerte de Alejandro Magno en el 323 a .C. hasta que los romanos convierten Macedonia (región en donde nació Aristóteles) en provincia romana (148). A este período se lo conoce como época helenística.
  
          Las polis griegas pierden su independencia en favor del ideal
 panhelénico  la (identidad política y cultural de todos los griegos, sin distinción de ciudadanía concreta: ateniense, espartano, macedonio... ahora todos son griegos). Atenas pierde su hegemonía cultural, comercial y política. Se acentúan las diferencias entre las clases sociales, dando lugar a una inestabilidad política permanente. Como consecuencia de ello el individuo pierde el marco de referencia de la polis (el terruño) y se siente perdido en un mundo que se ha hecho demasiado grande y extranjero.
  
La nueva situación permite comprender los rasgos de la filosofía de época helenística.
Según Aristóteles, el hombre era un animal político, que se desarrollaba plenamente en el marco de la ciudad-Estado (polis). En la nueva situación política, el hombre es ciudadano del mundo, y su marco de referencia es la humanidad y la naturaleza. El individuo reclama para sí la autosuficiencia y la autonomía, tal como postulan los estoicos, epicúreos y cínicos entre otros.
  La búsqueda de seguridad personal y felicidad se convierten en las grandes obsesiones del hombre helénico. La seguridad se busca en referencia a las leyes inalterables de la naturaleza y el Cosmos (estoicos: para ser felices debemos obedecer las leyes naturales, porque las leyes políticas cambian constantemente y el hombre no sabe qué hacer). La ética se hace naturalista y universalista.
  La filosofía, que hasta Aristóteles tenía como fin principal la búsqueda del conocimiento teórico, empieza a centrarse en labúsqueda de soluciones prácticas a los problemas de desarraigo del hombre tras la pérdida del horizonte de la polis. 
  Las principales escuelas filosóficas de este período son: estoicismo (Zenón y Séneca); Hedonismo (Epicuro); Escepticismo (Pirrón); platonismo y neoplatonismo.
Con la conquista de Grecia por las legiones romanas en el s II a. C. la cultura griega sufre un auténtico colapso y el centro de gravedad cultural se traslada a Roma, en la que el estoicismo es la escuela más influyente, ya que su cosmopolitismo y su doctrina del orden racional del universo servían muy bien como base ideológica del Imperio.



I. EL ESTOICISMO
  
    Fundado por
 Zenón de Kitión (Chipre, 336- 264 a .C.) quien abrió en 306 su escuela en Atenas, en un lugar llamado Stóa poikilé(Pórtico pintado, de ahí el nombre de estoicismo). La doctrina estoica fue sistematizada por Crisipo (280-210), uno de sus discípulos. El estoicismo se extiende desde la época helenística hasta casi a finales del imperio romano.
El estoicismo medio comienza cuando Zenón de Tarso sucede a Crisipo. A partir del 135 el estoicismo penetró en Roma e influyó en importantes personajes como Escipiano, Pompeyo y Cicerón.
El estoicismo de la época imperial tuvo como figuras destacadas al cordobés Séneca (4a.C.-65 d.C.), tutor de Nerón;Epicteto (50-130) y Marco Aurelio (121-180). Son autores fundamentalmente interesados en los temas morales. Es en las obras de estos últimos donde encontramos las doctrinas estoicas de toda la escuela, junto con textos de Cicerón, Plutarco, Diógenes Laercio y otros. Aunque el estoicismo utiliza muchos materiales procedentes de filósofos anteriores (Heráclito, Platón, Aristóteles, los cínicos...) también aporta muchos elementos originales. Dio lugar a una síntesis nueva, muy sistemática y coherente, cuya influencia se mantuvo durante muchos siglos. Volvió a ponerse de moda en los siglos XVI y XVII en Europa, influyendo en Descartes, Kant y Hegel, por ejemplo.


1. La Física
Se inspira sobre todo en Heráclito. Habla del mundo como un todo unitario (monismo) y armonioso, regido por la necesidad inflexible de la ley universal (determinismo). El orden natural será así el único refugio capaz de proporcionar racionalidad en un marco social caótico.
  En vez de hablar de cuatro causas como Aristóteles, propusieron sólo dos principios: la materia (pasivo) y el lógos universal (activo, de naturaleza corpórea, no inmaterial). Sólo lo que tiene cuerpo (lo material) es real. El estoicismo es una doctrina estrictamente materialista. La materia carece de cualidades y es pasiva. Al principio activo -Razón universal- le llaman Dios. El universo es un todo animado y divino (panteísmo). Todos los acontecimientos están férreamente determinados por una cadena causal inexorable. A esa necesidad que rige el cosmos le llaman los estoicos «destino» o «providencia». Es un orden necesario, pero totalmente racional.
El mundo es un ser animado y armonioso, que posee vida propia. Tiene un ciclo vital que termina con una gran conflagración universal, envuelto en fuego, tras la cual todo vuelve a comenzar de nuevo. Cada ciclo posterior repite exactamente el anterior: habrá un nuevo Sócrates y un nuevo Platón, y cada uno tendrá los mismos amigos y conciudadanos.
Sólo existen individuos concretos, todos diferentes. A cada individuo le caracteriza una tensión interior, una estructura o manera de ser irrepetible. Lo universal carece de realidad. Pero todos los individuos están ligados entre sí, y el mundo es una gigantesca armonía de correlaciones e interdependencias.
  Una misma ley lo rige todo. Los estoicos aportaron el concepto de “ley natural” y de “providencia”. Para quien acepta este concepto no tiene sentido hablar de mal en el mundo: nada de lo que sucede puede ser un «mal», aunque lo parezca. Puede que para considerarlo un bien haya que contemplarlo con más perspectiva, pero con la suficiente distancia histórica incluso lo que ahora parece mal veremos que apunta hacia un bien. Los neoplatónicos, S. Agustín, los escolásticos y Leibniz e incluso Hegel, como ya veremos, volverán sobre este asunto afirmando algo parecido.
  Para los estoicos, el ser humano es una parte del universo sometido al mismo orden que las restantes cosas del cosmos. Elalma humana es corpórea, mortal y procede de los padres.
En contra de Platón y de acuerdo con Aristóteles, los estoicos afirman que la única fuente de conocimiento son los sentidos (empirismo) y que la representación sensible es una copia de la realidad (realismo ingenuo). Sólo las representaciones «claras y distintas» (Diógenes Laercio) nos garantizan un conocimiento verdadero.

2. La Ética
  Constituye el núcleo fuerte de la doctrina estoica. Mientras la Física enseña a conocer la Naturaleza , la Ética enseña a vivir de acuerdo con la naturaleza.

«El fin supremo del hombre es vivir conforme a la naturaleza, que es lo mismo que vivir según la virtud, ya que la naturaleza nos conduce a la virtud. [...] La virtud del hombre feliz y el buen orden de la vida nacen de la armonía del genio propio de cada uno con la voluntad del que todo lo gobierna. Diógenes dice expresamente que el fin supremo consiste en obrar con prudencia en la elección de las cosas conformes a la naturaleza. [...] La virtud es una disposición del ánimo conforme a la razón y elegible por sí misma, no por medio o deseo de algún bien exterior. En ella consiste la felicidad...» (Diógenes Laercio, VII, 85-90).

El bien moral del ser humano, por lo tanto, consiste en vivir de acuerdo con la Naturaleza global y con la propia naturaleza (que es una parte de la primera). Esto equivale a vivir de acuerdo con la razón, porque así descubrimos la Razón universal que rige todo el orden natural. Es sinónimo de vivir en armonía con el conjunto del universo. Hacer lo que exige la razón no es otra cosa que realizar el deber. Kant será quien mejor articule filosóficamente esta ética de la razón y el deber.
  La virtud es la disposición permanente a vivir de acuerdo con la razón y el deber. Para los estoicos la virtud no admite grados: o se es virtuoso o no; y quien tiene una virtud las tiene todas.
  Toda tendencia natural es buena, porque la propia naturaleza es norma de conducta. Cuando la naturaleza humana se desvía, entonces surge la pasión (páthos), que Zenón define como una conmoción del alma contraria a la recta razón y a la Naturaleza. Cicerón la entiende como «una tendencia demasiado vehemente, que se aleja del equilibrio natural. Crisipo señaló cuatro pasiones básicas: dolor (ante un mal presente), temor (ante un mal futuro), placer (ante un bien presente) y deseo sensual (ante un bien futuro). Ante la pasión, el deber exige autodominio (apátheia = impasibilidad). Los estoicos entendían la pasión sobre todo como un error del juicio, que nace de una falsa opinión. Proponían un estadio de imperturbabilidad, de serenidad intelectual, conocido comoataraxía. En palabras de Epicteto: «No te dejes dominar por la imaginación. Si aguardas y te contienes, serás más fácilmente dueño de ti mismo».
  Para los estoicos, el sabio (sophós) es el que vive según la razón y está libre de pasiones. Pero lo consideraban un ideal prácticamente inalcanzable, al que sólo Sócrates, Antístenes y Diógenes se aproximaron. Para facilitar la aproximación, al menos, a ese ideal del sabio desarrollaron los estoicos una teoría de las conductas convenientes, o deberes de aquellos que no han alcanzado la sabiduría y tienen que contentarse con una virtud menos excelente. La libertad consiste en el sometimiento y aceptación de la necesidad, en la abstinencia absoluta ante las pasiones y los placeres. Es libre quien no es esclavo de sus pasiones.


II. EL EPICUREÍSMO
  Epicuro fue uno de los grandes filósofos de la antigüedad, aunque sus ideas fueron poco o mal comprendidas fuera de su círculo de discípulos y apenas se han conservado fragmentos de sus más de cincuenta obras (las conocemos a través de Diógenes Laercio, Cicerón y Séneca). Fuera de Roma, el epicureismo tuvo uno de sus más ilustres representantes en Lucrecio, autor del poema filosófico De rerum natura. El epicureísmo alcanzó su máxima difusión durante los primeros siglos del cristianismo, atrayendo enormemente a pensadores como San Agustín. Después fue cayendo paulatinamente en el olvido, rodeado de malentendidos. Sólo en el s. XVII se volverían a poner de moda algunas de sus ideas, a través de Pedro Gassendi (1592-1655).
  El epicureísmo tenía una finalidad claramente práctica: los epicúreos entendían la filosofía como una medicina del alma. La filosofía no se estudiaba para adquirir cultura, sino para ser feliz.
 
1.La Física 
La física epicúrea se inspira en Demócrito y es materialista. Los dos principios básicos en esta física son:
“Nada nace de la nada” y
“El Todo consiste en átomos y vacío, y es infinito”.
  Los cuerpos son sistemas de átomos. El número de átomos es infinito, como lo es el espacio vacío, por lo que admitían la posibilidad de que existiera un número también infinito de mundos como el nuestro, que nacen y perecen, aunque el conjunto del universo es eterno e imperecedero.
  Los átomos sólo tienen dos propiedades: tamaño (variable, pero siempre invisibles e indivisibles) y peso. Se mueven en el vacío por su peso, aunque entre ellos pueden producirse choques y desviarse de su trayectoria, por lo que resulta muy difícil predecir su posición. Su doctrina, por lo tanto, es menos determinista que la de Demócrito, pero sigue siendo mecanicista: nada en la naturaleza sucede en orden a un fin. Todo es causa del movimiento al azar de los átomos, sin que haya intervención divina alguna en el origen o funcionamiento de los mundos. Los cuerpos, resultado de la agregación de átomos, poseen cualidades reales(color, textura, etc.), resultado de su estructura atómica.
  El alma es material y mortal. Es un agregado de átomos muy sutiles que se extiende por todo el cuerpo. La percepciónsensible, al igual que en Demócrito de Abdera, se reduce al tacto (percibir es entrar en contacto con una emanación de átomos por parte del objeto que percibimos) y el pensamiento es una especie de sensación reflexiva producida por la superposición de sensaciones inmediatas. El alma sigue al cuerpo en su destino, y por eso es mortal.
  Epicuro admite la existencia de los dioses; los considera seres inmortales y antropomorfos, que viven en los espacios intermundanos, felices y sin intervenir en absoluto en la marcha del mundo. Para Epicuro, blasfemar no es negar que los dioses existan, sino aceptar los caracteres que la gente común les atribuye. Todas las teorías de Epicuro tienen una intención ética. Intentaba eliminar los mitos y las supersticiones para conseguir que los hombres pudieran vivir felices y sin miedo. Por eso polemizó contra la religión popular y la teología astral de Platón. Negaba que la Naturaleza tuviese carácter «divino» o que hubiera sido creada por los dioses para provecho del ser humano. No creía que los dioses pudieran intervenir en los acontecimientos naturales. Consideraba que los fenómenos de la naturaleza podían ser explicados por causas naturales, más verosímiles y aceptables que los mitos. Afirmó que los dioses no tienen por qué inspirar miedo: «es absurdo pensar que seres tan perfectos y felices puedan experimentar sentimientos de ira o venganza. Y nada hay detrás de la muerte: el alma se disipa con el cuerpo y no debe sentirse amenazada por los horrores de ultratumba».
  Respecto al conocimiento, Epicuro sólo considera reales las cosas que pueden ser captadas por los sentidos,” única forma válida de conocimiento de ahí que designemos su gnoseología como “sensista. Se hicieron famosos sus tres criterios de verdad:
  1. La sensación: Es una especie de contacto directo con los objetos o cuerpos que percibimos, pues mediante los sentidos captamos los átomos que proceden de los objetos exteriores. Siempre es verdadera y posee una evidencia absoluta. El error no procede de la sensación, sino del juicio sobre la sensación, que puede ser corregido por sensaciones posteriores.
  2. La anticipación: Es una especie de imagen general producida por la acumulación de sensaciones semejantes. Podemos evocarla mediante las palabras, para anticipar así objetos lejanos o futuros. Para ser verdadera, la anticipación debe estar confirmada por la sensación, aunque algunas expresiones sugieren que podía incluir anticipaciones de cosas bastante alejadas de la sensación («proyecciones»).
  3. La afección: Placer y dolor son las respuestas inmediatas del cuerpo a la sensación, y por eso fiables.

2. La ética epicúrea.
Las ideas de Epicuro fueron mal comprendidas por diversos motivos, entre ellos la ambigüedad inherente al término «hedoné», cuya mejor traducción sería «gozo», en lugar de «placer», puesto que Epicuro no entendía por placer sólo el meramente corporal. Cuando afirmaba que «la raíz de todo bien es el placer del vientre» (fr. 409), simplemente daba a entender que las necesidades básicas deben estar mínimamente cubiertas. En otros fragmentos parece identificar el placer con la ausencia de dolor. Y cuando afirma: «Salto de gozo alimentándome de pan y agua» mostraba su verdadera actitud, consistente en saber gozar de lo que es natural y moderado, sin pretender ir más allá.
Epicuro distingue entre placeres naturales y necesarios, placeres naturales pero no necesarios, y placeres que no son ni naturales ni necesarios. Pensaba que sólo los primeros hacen realmente feliz a un ser humano, y que las personas prudentes intentan escapar de los demás. Con estos matices a sus ideas Epicuro se opone a doctrinas hedonistas como la de Aristipo de Cirene, quien proponía buscar placeres «en movimiento», activos, y que no consideraba placer la mera ausencia de dolor. Pero Aristipo ya sufrió las críticas de Platón y Aristóteles -consideraban placeres supremos los intelectuales, propios del alma- y Epicuro no quiso merecer los mismos reproches.
  Epicuro habla de un nuevo hedonismo: la felicidad está en los placeres -goces- del cuerpo, siempre que sean naturales, moderados y sin excesos, disfrutados con serenidad. También da mucha importancia a los placeres del alma (la amistad y los recuerdos agradables, p.ej.), e incluso afirma que pueden ser superiores a los del cuerpo, porque los corporales sólo se disfrutan en el presente, mientras que los del alma abarcan el pasado, el presente y el futuro.
Epicuro tiene una concepción del «sabio» muy distinta de la que tienen los estoicos: "sabio" no es quien se abstiene de todo placer, sino el que sabe gozar moderadamente de lo natural y necesario. Prefería la soledad o la compañía de unos pocos amigos íntimos en lugar del ambiente cosmopolita que los estoicos consideraban ideal para desenvolverse. Entendía que los procesos naturales no estaban sometidos a un determinismo férreo, como pensaban los mecanicistas, porque los átomos se mueven libremente en el vacío y esta ausencia de necesidad hace posible que cada persona pueda ser dueña de su destino. No temía a la muerte ni vivía angustiado pensando en el final de la vida. Creía que los dioses no intervienen en la vida humana y que por esa razón era absurdo pensar en la posibilidad de un castigo presente o futuro, resultado de la cólera divina.

III. EL ESCEPTICISMO: PIRRÓN
Pirrón de Elis (360-270) fundó una escuela que tuvo escasa duración pero que dio origen a una corriente de pensamiento, el escepticismo, representativa de muchas posiciones y planteamientos posteriores en filosofía. Aunque ya en los sofistas había pensadores típicamente escépticos -Gorgias, por ejemplo-, fue Pirrón quien asumió el escepticismo como posición filosófica radical. Se oponía así a los filósofos que él consideraba “dogmáticos”, aquellos que se creían seguros de haber encontrado la verdad, porque él entendía la filosofía como una búsqueda o indagación (sképsis) continua, que nunca termina, porque la búsqueda filosófica es una lucha permanente.
  Pirrón atribuye a nuestras sensaciones sólo un valor relativo (sólo nos muestran el modo como “aparecen” las cosas ante nuestros sentidos, pero no las cosas tal como son en sí mismas. Todas nuestras opiniones se basan en la tradición y son convencionales. Por eso no hay razones para considerar a una más verdadera que su contraria. La única actitud sensata seríasuspender el juicio (epojé) y no decir nada (aphasía). Desde esta concepción de la verdad, Pirrón propone una ética de la imperturbabilidad (ataraxía): ya que no podemos saber nada con certeza acerca de las cosas del mundo, lo apropiado esmantener una absoluta indiferencia ante las cosas, para que ninguna percepción o vana opinión perturbe nuestro ánimo. Intentando responder a los mismos problemas que afrontó el estoicismo y el epicureísmo, Pirrón propuso que sólo el escéptico puede ser feliz y substraerse a las angustias de la vida.