Vistas de página en total

viernes, 31 de diciembre de 2010

CONTEXTO MEDIEVAL

CONTEXTOS FILOSÓFICOS:
2. FILOSOFÍA MEDIEVAL
En Europa, la Edad Media ocupa un dilatado periodo que transcurre desde la caída del ImperioRomano de Occidente en el 476 hasta el Renacimiento (siglo XV). Elpensamiento medieval es básicamente un pensamiento religioso en general y cristiano en particular, por lo que los hombres cultos de la época son clérigos y las cuestiones que se debaten tienen un marcado sesgo teológico.
Esto se explica porque el Cristianismo, en tanto religión, se introduce en la cultura occidental como una doctrina de salvación cuya verdad es la revelación fundada en la fe. Aunque en principio esto lo alejaba de la filosofía como indagación racional, la innovación más eficaz del Cristianismo consistió en asumir elementos filosóficos en un esfuerzo por racionalizar la creencia, los contenidos de fe. Esta racionalización parcial de la fe –excepto en la etapa última de declive de la Escolástica en el XIV- se
convirtió en la seña de identidad del pensamiento medieval y en la condición que posibilitó la formación de un pensamiento filosófico-religioso y cristiano heredero de la filosofía griega, sobre todo del platonismo, neoplatonismo, estoicismo y aristotelismo.
Suele dividirse la filosofía medieval cristiana en dos etapas: la PATRÍSTICA, hasta los siglos VIVII, de inspiración platónica y cuyo máximo representante es Agustín de Hipona; y la ESCOLÁSTICA, desde el VII al XIV, que tiene en la figura del aristotélico Tomás de Aquino a su autor más destacado. A su vez, dentro de cada una de estas etapas pueden diferenciarse diversas fases en la evolución intelectual: la Patrística se inicia con los Padres Apologetas (Justino, Clemente, Tertuliano), continúa en la Patrística Media con Agustín y Orígenes y finaliza en la figura del Pseudo- Dionisio; por su parte, la Escolástica transita desde los siglos iniciales de debilidad y escasa
originalidad filosófica –con excepción de Boecio o San Isidoro de Sevilla-, hasta el ocaso en el XIV, pasando por los grandes pensadores judíos de los siglos X al XII (Maimónides) y árabes (Avicena y el gran Averroes, responsable máximo de la incursión del aristotelismo en Occidente). El esplendor de la Escolástica se produce en el XIII, con aristotélicos de la orden de los Dominicos de la talla de Alberto Magno y Tomás de Aquino, conviviendo con el agustinismo practicado por franciscanos como S.
Buenaventura y con el averroísmo latino de la universidad de París surgido a raíz de los comentarios del filósofo árabe-cordobés Averroes a las obras de Aristóteles y cuyo representante más destacado fue Siger de Brabante.
Dadas las limitaciones de tiempo y espacio y teniendo en cuenta la amplitud temporal del pensamiento medieval y su diversidad de tendencias y cuestiones, nos centraremos en dos problemas que atraviesan todo el Medievo y que sirven de hilo conductor para recorrer la historia de la filosofía de la época que nos ocupa: las relaciones razón-fe y el valor epistemológico de los conceptos universales.
Respecto a la primera cuestión la solución más generalizada fue subordinar la razón a la fe y la filosofía a la teología, subordinación que alcanza su máxima expresión en Agustín de Hipona al no establecer una clara demarcación entre ambas esferas. El primer intento serio de separar fe y razón lo protagonizó Averroes y sus seguidores latinos desarrollando la teoría de la doble verdad, teoría que sostiene que sobre un mismo tema fe y razón pueden ofrecer respuestas distintas. Tomás se situó en una posición intermedia entre Agustín y el averroísmo: por un lado sostiene la imposibilidad de que fe y razón se contradigan dado que la verdad es única (si llegan a afirmaciones contradictorias el error está en la razón), por otro, proclama la autonomía de ambas tanto en algunos de sus contenidos como en sus métodos, aunque reconoce que existe una zona de intersección o contenidos comunes, es decir, de verdades que pueden descubrirse por ambos procedimientos –los preámbulos de la fe- y defiende la
necesaria cooperación entre fe y razón para el esclarecimiento de la verdad. Posteriormente, la ruptura definitiva del armonioso matrimonio fe-razón en el siglo XIV es la máxima expresión del declive de la escolástica y alcanza en la obra de Guillermo de Ockham su culminación al apostar por un claro fideísmo que trasladó al plano político abogando por la separación e independencia Iglesia-Estado, Papado-Imperio. El fideísmo pretendía depurar la fe separándola de agentes contaminantes como la razón y la filosofía. La fe se convirtió en la única fuente de conocimiento para conocer lasverdades sobrenaturales y la razón debía valerse por sí misma para alcanzar las verdades naturales. Esta separación, junto a la actitud empirista de Ockham y sus seguidores supuso la antesala del Renacimiento y sentó las bases de la posterior revolución científica al permitir una relativa libertad de investigación liberando a la razón de su sumisión a la fe y a la autoridad eclesiástica.
La segunda cuestión, la relativa a los conceptos universales –los que designan una multiplicidad de individuos, por ejemplo hombre, animal, árbol, vegetal, casa…-tiene su origen en un breve fragmento de una obra de Porfirio (s. III). En ese pasaje Porfirio plantea la posibilidad de que los universales no existan en la realidad, sino sólo en el entendimiento. Esta posición se aproxima a la defendida por los pensadores nominalistas del s. XIV con Ockham a la cabeza. Se pueden distinguir tres posiciones respecto a los universales en la Edad Media:
_ Realismo exagerado. Inspirado en Platón, consiste en otorgar valor ontológico a los universales o esencias –la definición del concepto expresa la esencia, de manera que el universal coincide con la esencia- afirmando que existen realmente en la mente de Dios y son anteriores a los singulares. Son las ideas o ejemplares eternos con los que Dios crea el mundo.
Esta es la postura de Agustín de Hipona (IV-V) y Guillermo de Champeaux (XI-XII).
_ Realismo moderado. Inspirado en Aristóteles, afirma que en la realidad existen singulares cuyas semejanzas capta el intelecto y elabora el concepto universal para designarlas. Eluniversal es así un concepto mental que surge por un proceso de abstracción. Esta es la tendencia de Tomás de Aquino al defender que el universal no es una palabra vacía(Roscelino), sino que existe en la mente como un concepto que se puede aplicar a muchos individuos porque, de alguna manera, está en los singulares y por eso el entendimiento puede abstraerlo. Para Tomás el universal está ante-re, antes de singular, en la mente de Dios (como Agustín); in-re, en el singular, expresa los rasgos comunes que se encuentran individualizados en todos los miembros de la misma especie, género, clase, … (como Aristóteles); y post-re, después del singular, es decir, en el entendimiento, después del proceso intelectivo de abstracción.
_ Nominalismo. Los conceptos universales no tienen valor ontológico, no designan nada real, pues en la realidad no existen más que singulares. Esta fue la posición iniciada por Roscelino (s. XI-XII) y continuada por Ockham –que suavizó la radicalidad del planteamiento de Roscelino al reconocer valor no ontológico pero sí epistemológico a los universales- y sus seguidores nominalistas del XIV.
Con Ockham la Escolástica llega a su epílogo. Tras él ya no surgen grandes figuras, sino seguidores, haciendo su aparición las escuelas: tomismo, escotismo y ockhamismo. Ante el tomismo y escotismo, que representaban la vía antigua, se impone el ockhamismo como vía moderna en la medida en que asume una actitud crítica respecto a la tradición escolástica, alumbrando así el Renacimiento y la Modernidad.

martes, 21 de diciembre de 2010

Pastora soler.La mala costumbre

agora

Espero que os lo toméis más en serio en la próxima evaluación.

viernes, 17 de diciembre de 2010

FILOESCUELABLOG: resumen de las cosmologías modernas

FILOESCUELABLOG: resumen de las cosmologías modernas: " Galileo Galileo Galilei nació el 15 de febrero de 1564 cerca del río Arno en Pisa, una colonia romana del segundo siglo ante..."

FILOESCUELABLOG: LAS COSMOLOGÍAS CIENTÍFICAS.La explicación heliocé...

FILOESCUELABLOG: LAS COSMOLOGÍAS CIENTÍFICAS.La explicación heliocé...: "LAS COSMOLOGÍAS CIENTÍFICAS.La explicación heliocéntrica-Todas las manifestaciones culturales del ser humano están relacionadas entre sí, de..."

FILOESCUELABLOG: giordano Bruno

FILOESCUELABLOG: giordano Bruno: "GIORDANO BRUNO Giordano Bruno (1548-1600) Filósofo y poeta renacentista italiano cuya dramática muerte dio un especial significado a s..."

domingo, 12 de diciembre de 2010

EL BLOG DEL FILOSOFO: TOMAS DE AQUINO ( Temario )

EL BLOG DEL FILOSOFO: TOMAS DE AQUINO ( Temario ): "RELACIÓN ENTRE LA FE Y LA RAZÓN Santo Tomás se esforzó en armonizar la fe y la razón, oponiéndose a la doble verdad del averroísmo latino. ..."

sábado, 11 de diciembre de 2010

EL BLOG DEL FILOSOFO: CONTEXTOS AGUSTÍN DE HIPONA

EL BLOG DEL FILOSOFO: CONTEXTOS AGUSTÍN DE HIPONA: "Agustín de Hipona vive en los siglos IV y V después de Cristo. Es una época de grandes cambios desde un punto de vista histórico, político ..."

EL BLOG DEL FILOSOFO: APUNTES DE SAN AGUSTÍN

EL BLOG DEL FILOSOFO: APUNTES DE SAN AGUSTÍN: "DIOS Y EL HOMBRE ( pág 84 ) Para san Agustín el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, por ello están presentes en él las cuali..."

EL BLOG DEL FILOSOFO: ESQUEMA DE AGUSTÍN DE HIPONA

EL BLOG DEL FILOSOFO: ESQUEMA DE AGUSTÍN DE HIPONA: " LO QUE NO PUEDE FALTAR EN UN RESUMEN DE AGUSTÍN DE HIPONA: -La influencia neoplatónica y cristiana.-El problema de la fe y la razón.-L..."

EL BLOG DEL FILOSOFO: TEMARIO DE AGUSTÍN DE HIPONA

EL BLOG DEL FILOSOFO: TEMARIO DE AGUSTÍN DE HIPONA: " La búsqueda de la felicidad Con su obra confesiones, busca la ..."

guillermo de ockham

1
 GUILLERMO DE OCKHAM (¿1298/1349?)
Guillermo de Ockham y sus seguidores se van a presentar a sí mismos como una nueva forma de filosofar, como un nuevo camino que podríamos llamar vía moderna, frente al modo anterior, o vía antigua. También se denominarán a sí mismos nominales (por defender el nominalismo), frente a los reales (por defender el realismo exagerado o moderado en la cuestión de los universales); entre estos reales integrantes de la vía antigua cuentan tanto a los tomistas como a los escotistas. En realidad, y mirada la cuestión detenidamente, da la impresión de que más que oponerse a Tomás de Aquino o a Escoto se enfrentan a sus discípulos, los cuales, privados del vigor intelectual de ambos maestros, suplirán tal privación con alabanzas desmesuradas a sus predecesores y con extraños e inútiles retorcimientos de sus doctrinas.
Las acusaciones proferidas por los ockhamistas contra los seguidores de la vía antigua son básicamente tres:
1. Plantearse cuestiones inútiles o irresolubles dentro del ámbito filosófico. Por ejemplo, el tema de las relaciones fe y razón, para los ockhamistas es un problema irresoluble -y por ello inútil-, dado que no hay relación alguna; fe y razón son ámbitos totalmente separados.
2. Dar soluciones demasiado complejas a problemas importantes. Por ejemplo, la solución al problema del conocimiento, a la que se llegaba a través de un laberinto de “especies” de todo tipo.
3. El utilizar un lenguaje ininteligible y oscuro. Con feliz expresión los ockhamistas llamaban a sus oponentes doctores de la palabra recóndita.

q LOS DOS GRANDES PRINCIPIOS DE OCKHAM.

Hay dos grandes principios que son los cimientos de toda la filosofía de Guillermo de Ockham: a) hay que acudir a la experiencia; b) el principio de economía.
a) El recurso de la experiencia. Para Ockham la naturaleza es algo que se patentiza al hombre; la naturaleza no tiende a ocultarse, no se recubre de velos que la disfracen; la naturaleza es abierta. Pero, para aprovecharse de tal apertura, hay que acudir a ella, hay que interrogarla, hay que observar los fenómenos naturales, hay que experimentar en ella: sólo así el conocimiento humano podrá progresar. Una filosofía sin base en la experiencia está condenada de antemano al fracaso.

b) El principio de economía. La naturaleza, en sí misma considerada, es económica, no es malgastadora (ya Aristóteles había dicho que la naturaleza no hace nada en vano); los fenómenos naturales son realizados en y por la naturaleza de la manera más simple y sencilla posible. En consecuencia, las teorías formuladas por los filósofos para captar y explicar los fenómenos naturales deben ser sencillas y simples, sin introducir complicaciones innecesarias, ya que, de introducirlas, tales teorías serán falsas.

Ockham aplicará este principio reiteradamente, como luego veremos. Si queremos dar una formulación del mismo podemos dar las siguientes:
1. Non sunt multiplicanda entia sine necesitate: los entes no deben de ser multiplicados sin necesidad (esta formulación es la que dio Ockham). Es decir, si podemos explicar un fenómeno, un suceso, usando sólo cuatro factores, no hay por qué usar cinco; y si se puede explicar con tres, no hay que usar cuatro.
2. Una formulación más moderna sería decir que de entre las diversas hipótesis ex-plicativas de un fenómeno, la mejor es la más sencilla (principio de simplicidad, básico en la ciencia).
3. Y una formulación literaria, debida a los conceptistas españoles: lo bueno, si breve, dos veces bueno (Baltasar Gracián).

Debido a que siguiendo el principio de economía, Ockham recortó muchas de las teorías formuladas por los filósofos de la vía antigua, este principio es conocido en la historia de la Filosofía como la navaja de Ockham

q LA RELACIÓN ENTRE FE Y RAZÓN.

La íntima y profunda ayuda mutua que Santo Tomás estableció entre la fe y la razón comienza a romperse con la filosofía de Duns Escoto. Para éste, sólo hay una verdad de fe demostrable racionalmente: la existencia de Dios; fe y razón quedan casi separadas. Este proceso de disociación culminará en Ockham:
a. La fe y la razón, la Teología como saber derivado de la fe y la Filosofía producto de la razón, están totalmente separadas. Una y otra se diferencian por su objeto material, es decir, por ocuparse de objetos distintos en sí. El ámbito de la fe y el de la razón son absolutamente distintos, de modo que en el de la Teología, la razón no está llamada a argumentar, demostrar o explicar nada; y así Ockham piensa que la tarea del teólogo no consiste en demostrar con la razón las verdades aceptadas por la fe, sino en dejar clara, desde la superioridad de estas últimas verdades, la insuficiencia de la razón.

b. En consecuencia, Ockham negará validez a todas las pruebas dadas para demostrar la existencia de Dios. Es decir, de Dios no podemos alcanzar ningún conocimiento racional, la existencia de Dios sólo puede admitirse por fe, y, por tanto, ninguna demostración racional, ni a priori ni a posteriori, tienen validez. Por ejemplo, el argumento principal que ve contra las vías tomistas es que el proceso ad infinitum -considerado por Tomás como imposible- para Ockham no es irracional.

(Las relaciones entre fe y razón son más sencillas que en Tomás de Aquino; ya ha actuado la navaja de Ockham)
q EL NOMINALISMO DE OCKHAM.

El nominalismo se deriva en Ockham de su teoría del conocimiento, es decir, de cómo explica el fenómeno cognoscitivo.
La teoría del conocimiento:

Para Ockham hay dos tipos de conocimiento, el intuitivo y el abstractivo. El conocimiento intuitivo versa sobre los objetos singulares en sí mismos considerados; es un conocimiento directo que nos asegura de la real existencia de los objetos mediante él conocidos.
El conocimiento abstractivo consiste en la formación del concepto, que en realidad se identifica con la imagen común a una pluralidad de objetos singulares de la misma especie o naturaleza, y que por ello se puede predicar de cada uno de tales singulares; al proceso por el que el entendimiento forma estos conceptos comunes o universales los llama Ockham abstracción. Pero esta abstracción es un proceso sencillo, inmediato, sin que intervengan la pluralidad de especies sensibles e inteligibles y de entendimientos agente y paciente establecida por Tomás de Aquino. De nuevo ha actuado la navaja.
La cuestión de los universales:

¿Qué valor tienen estos conceptos comunes o universales formados por el entendimiento? ¿Responden a algo real? En absoluto. El universal no existe fuera de la mente, del entendi-miento; es una ficción nuestra. El universal es un mero signo, un “nombre”, (de ahí lo de nominalismo) que se usa para significar muchos objetos individuales y singulares semejantes, ficción que es cómoda y útil, que es económica. Por ejemplo, si yo quiero expresar que cada miembro de la especie humana es mortal, lo exacto, según Ockham, sería decir: “Alejandro Sanz y Penélope Cruz y Fernando Alonso y Rafael Nadal y Shakira y Obama y Zapatero y Sara Montiel y... (así los más de seis mil millones de humanos existentes y todos los ya muertos) son mortales”; esto es incómodo, por lo que sustituimos a ese conjunto enorme de sujetos por el universal hombre, y decimos en un instante: todo hombre es mortal. Pero el hombre no tiene realidad alguna; lo que es real es el cantante Alejandro Sanz, la actriz Penélope Cruz, etc.
El único valor del universal es el de poder suponer por varios objetos singulares, es decir, el de poder sustituir en los juicios a dichos objetos. Es un modo cómodo y económico de hablar o escribir o pensar, y nada más es.
Con su teoría de la suppositio, de la suposición, Ockham y sus seguidores realizaron profundas investigaciones en lo que hoy se llama análisis del lenguaje.

q EL VOLUNTARISMO DE OCKHAM Y SUS CONSECUENCIAS.

Se llama voluntarismo a la teoría que mantiene la primacía de la voluntad sobre el entendimiento, teoría que es la opuesta del intelectualismo. El voluntarismo de Ockham es tanto psicológico (defiende la supremacía de la voluntad humana sobre el entendimiento humano) como especialmente teológico.
Voluntarismo teológico: Mantiene la primacía de la voluntad divina sobre el entendimiento divino, siendo la voluntad libre de Dios su constitutivo formal o esencia metafísica. La voluntad divina es absolutamente libre, estando únicamente sujeta al principio de contradicción (Dios no puede querer lo contradictorio, como un triángulo de ocho lados). No hay nada que coarte la libre actividad del querer divino. Lo que Dios quiere, lo quiere porque sí, sin causa alguna, excepto su propio querer, tesis que Ockham tomará de Duns Escoto, el cual la había formulado con toda claridad: de que la voluntad divina quiera tal cosa no hay causa alguna, excepto la de que la voluntad es la voluntad.

De este voluntarismo teológico se van a deducir importantes consecuencias en el ámbito ético o moral, y en la explicación de la realidad creada:
Ø En cuanto a las consecuencias éticas, Ockham piensa que las normas morales del Decálogo no son normas naturales, son normas sobrenaturales establecidas por la voluntad de Dios; pero de igual modo que estableció que fueran esas las normas, podría haber establecido que fueran las contrarias. Ockham sostiene que la voluntad de Dios no tiene otro límite que el principio de contradicción, Dios puede hacer todo lo que no sea contradictorio.

Duns Escoto mantenía que Dios podría haber dictado los mandamientos totalmente opuestos a los actuales, a los que realmente dictó a Moisés en el Sinaí, de forma que el Decálogo diría: hay que matar, hay que mentir, etc.; con sólo dos excepciones, los dos primeros mandamientos, que, al referirse a las relaciones de los hombres con Dios y no entre ellos mismos, no podrían haber sido cambiados, pues eso sería contradictorio. Pero Ockham dará un paso más y para él ni los dos primeros mandamientos son inmodificables, de modo que mantiene las siguientes afirmaciones:
a) Los actos no son en sí buenos ni malos, sino en virtud de que Dios así lo ha ordenado o prohibido. Mentir es malo, porque Dios así lo estableció; pero podría haber dictado un mandamiento que dijera: mentirás, y entonces el decir la verdad sería inmoral y el mentir meritorio.

Frente a la postura tomista de que Dios ha mandado amar al prójimo y prohibido mentir porque lo primero es en sí esencialmente bueno y lo segundo malo, Ockham sostendrá que amar al prójimo es bueno sólo porque Dios así lo ha ordenado, y que el mentir es malo porque Dios así lo ha prohibido.
b) La única limitación a esta omnímoda libertad de la voluntad divina es el principio de contradicción: Dios no puede querer lo contradictorio, como que un cuadrado sea un trapecio. Pero el límite escotista de los dos primeros mandamientos desaparecerá con Ockham. Dios podría haber dictado los dos primeros mandamientos de la forma siguiente: odiarás a Dios sobre todas las cosas; jurarás su santo nombre en vano. Y en este caso lo meritorio sería odiar a Dios y jurar en falso. Así pues, los contenidos morales no limitan la voluntad de Dios, al contrario, los contenidos morales son algo impuesto arbitraria y libremente por Dios. Son pues, algo convencional; pero no son convenciones humanas, sino divinas.

Ø En el ámbito de la realidad creada, del mundo, la consecuencia es un contingentismo radical. Así Guillermo de Ockham mantiene que de igual modo que la moral radica en la voluntad de Dios, también lo hace el modo en que el mundo se comporta. Dios no está sometido a las necesidades de la razón para crear el mundo tal y como éste es. Si el mundo es como es, se debe a la voluntad de Dios (contingentismo radical); luego no tiene sentido el intento de conocer cómo es el mundo a través de intentar imaginar cuáles serían las razones de Dios para crearlo como lo ha creado. El conocimiento del mundo se consigue a través de la experiencia intuitiva, que es la que se da al percibir el propio mundo.

q LA TEORÍA POLÍTICA DE OCKHAM.

En el ámbito político, uno de los problemas más frecuentes de esta época era la transmisión y legitimación del poder de los gobernantes que se suponía procedía de Dios. Y las posturas más frecuentes que se mantenían, eran las siguientes:
Dios transmite directamente el poder al gobernante (teoría del poder directo). En este caso el Papa no puede destituir a los gobernantes; sólo en el caso de que el gobernante gobierne apartándose de la búsqueda del bien común al dictar leyes opuestas a la religión, es decir de que el gobierno se corrompa, puede el Papa liberar a los ciudadanos del juramento de fidelidad al gobernante. (Esta era la postura de Sto. Tomás de Aquino).

El poder procede de Dios, que lo delega en el Papa y este a su vez en los gobernantes (teoría del poder indirecto). En este caso el Papa puede destituir a los gobernantes en cualquier momento.

Sin embargo, la actitud y teoría política de Ockham está, en muchos aspectos, enormemente alejada de la teoría y práctica, ya tradicionales en la Edad Media, respecto de las relaciones entre el poder espiritual y el temporal.
Básicamente la teoría política de Ockham podemos concretarla en los siguientes apartados:
1. Las ideas políticas de Ockham están inspiradas en gran parte en el “Defensor pacis” (Defensor de la paz) de Marsilio de Padua, uno de los más acérrimos enemigos del Papa Juan XXII (Papa que excomulgó a Ockham); el libro fue escrito en 1324, aunque después fue revisado.

2. El fin primordial de la sociedad humana es la paz, la cual puede ser perturbada por diversas causas, entre las que destaca la ambición del Papado.

3. El poder de los gobernantes, poder temporal, si bien procede de Dios, radica en el pueblo, que es el que debe de elegir a sus gobernantes. Defiende, pues, la teoría del poder directo del gobernante sin mediación del Papa, al igual que Santo Tomás, pero en ningún caso el Papa puede destituir al gobernante, en lo que se aparta de la doctrina del Santo Tomás.

4. El poder temporal y el espiritual son poderes totalmente distintos y separados; es más, el que la Iglesia se atribuya poder civil, el que se inmiscuya en el poder civil, es causa de corrupción para la Iglesia. Sostiene, pues, la independencia de ambos poderes, sin que ninguno de ellos sea superior al otro (en la Edad Media fue tesis muy frecuente que el poder espiritual era superior al temporal).

5. Por tanto, todo intento o pretensión del Papa de ingerirse en el poder civil, bajo el pretexto o causa que sea, es arbitrario.

6. Es más, ni siquiera el poder espiritual radica en el Papa, sino en el concilio general o ecuménico.

7. Ni el Papa ni ningún obispo ni presbítero tiene jurisdicción para poder castigar a los herejes.

8. Es una corruptela la obligación de los fieles de pagar los diezmos; los clérigos deben de vivir de limosna gratuitamente dada por los fieles. Tampoco pueden poseer bienes inmuebles.

jueves, 9 de diciembre de 2010

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La Edad Media - I -

filosofía medieval y moderna

2. Del pensamiento griego a la modernidad.

La filosofía helenística había dado una orientación práctica al saber, dirigiéndolo hacia la felicidad del hombre. Es el caso del estoicismo y del epicureismo, que habían colocado a la ética en el vértice del saber. A lo largo de los primeros siglos de nuestra era, la progresiva expansión del cristianismo y otras religiones mistéricas irá provocando la aparición de otros modelos de felicidad o “salvación individual”, que competirán con los modelos filosóficos. Frente a la inicial hostilidad hacia la filosofía manifestada por algunos de los primeros padres apologistas cristianos, sus continuadores encontrarán en la filosofía, especialmente a partir del desarrollo del neoplatonismo de Plotino, un instrumento útil, no sólo para combatir otras religiones o sistemas filosóficos, sino también para comprender, o intentar comprender, los misterios revelados. Surge de ahí una asociación entre filosofía y cristianismo o, más en general, entre filosofía y religión, que pondrá las bases de la futura filosofía medieval.

LA EDAD MEDIA
De acuerdo con los criterios historiográficos usuales, la Edad Media comienza a partir del hundimiento del imperio romano, a finales del siglo V, y se prolonga hasta el siglo XIV.
La destrucción del imperio romano trajo como consecuencia inmediata una decadencia generalizada y la pérdida de muchos logros de la civilización romana, especialmente en el ámbito de las comunicaciones (correos, rutas terrestres y marítimas).
El sistema socioeconómico correspondiente a esta situación es el feudalismo, que divide las poblaciones en dos clases, la de los señores y la de los vasallos, que cultivan las tierras de aquellos.
Ya a partir del siglo XII comenzó a cambiar la situación, iniciándose un proceso ininterrumpido de recuperación en todos los aspectos. Se produjo un crecimiento notable de la agricultura y un aumento de la población. Gracias a esto se inició una cierta economía de mercado y las ciudades crecieron, aumentando su peso e importancia. De este modo se inició la ruptura del sistema feudal.
El proceso de crecimiento y de transformación se acentuó en el sigo XIII. En este siglo, floreció el arte gótico, se fundaron nuevas órdenes religiosas (como los dominicos y los franciscanos) y se crearon las primeras universidades (Partís, Oxford). Las consecuencias de este proceso se dejaron notar ampliamente en el siglo XIV.
La política general en la Edad Media cristiana se articulaba en torno a dos poderes: el religioso (el papa) y el político (el emperador).
En el aspecto cultural, la Edad Media se caracteriza, en fin, por el predomino de la religión en todos los ámbitos (formas de vida, arte, literatura, pensamiento). Lafilosofía se puso al servicio de las creencias religiosas. El tema fundamental de reflexión pasará a ser la divinidad, quedando subordinada la comprensión e interpretación del mundo, del hombre, de la sociedad, etc. al conocimiento que se pueda obtener de lo divino. La fe, que suministra las creencias a las que no se puede renunciar, tratará de entrar en diálogo con la razón. La inicial sumisión de la razón exigida por la fe, dejará paso a una mayor autonomía propugnada, entre otros, por Santo Tomás de Aquino.
RENACIMIENTO
A la Edad Media le sigue el Renacimiento (siglos XV y XVI), que conducirá, tras lacrisis de la Escolástica (nombre con el que genéricamente se conoce a la filosofía medieval), a la exigencia de la independencia de la razón con la que se iniciará la filosofía moderna (siglo XVII).

Características del Renacimiento
El humanismo y el avance de la ciencia son, sin duda, elementos de indiscutible importancia durante este periodo.
El primero volvío su atención a la cultura grecolatina, generandose un notable interés por los grandes filósofos griegos -muy especialmente Platón y Aristóteles- que fueron traducidos, comentados y asimilados por los filósofos humanistas, que buscaban en sus escritos un modelo de educación capaz de hacer a los seres humanos más cultos y más libres.
Pero fué sin duda el avance de la ciencia (particularmente en los ámbitos de la Matemática, la Física y la Astronomía) lo que impulsó en mayor medida el pensamiento europeo hacia la modernidad y propició una nueva imagen del universo, diferente a la aristotélica predominante durante la Edad Media. Bacon, Copérnico, Galileo, Kepler, son figuras centrales en el desarrollo de la ciencia, que supondrá la destrucción de la imagen ptolomeica del mundo, inspirada en el universo cerrado y geocéntrico de las dos esferas; la creciente y progresiva matematización de la naturaleza y el desarrollo del método experimental serán dos de las bazas más significativas de su triunfo.

Una de las características filosóficas más notables del Renacimiento es el antropocentrismo, lo que supone una valoración no sólo de la personalidad del ser humano, sino también de su individualidad.

También el naturalismo irá asociado al desarrollo del Renacimiento. Se destacan los aspectos naturales del hombre versus los aspectos sobrenaturales. Es algo de lo que encuentran los renacentistas que “vuelven” a Aristóteles: la separación del universo y de Dios y la exaltación de la naturaleza; al igual que los que se “vuelven” hacia Platón, buscando una religiosidad natural y la exaltación del hombre y de su libertad (el hombre no es malo, es ignorante, no necesita, pues, la gracia divina para su redención).

El Renacimiento supone, pues, el renacer del espíritu de libertad de un ser humano que se quiere inserto en la naturaleza y en la historia.




FILOSOFÍA MODERNA

Suele afirmarse que la filosofía moderna tiene su comienzo en el siglo XVII y se extiende hasta el primer tercio del siglo XIX. De acuerdo con esta cronología, su iniciador fue Descartes y su último gran representante fue Hegel. La filosofía moderna incluye los siguientes momentos fundamentales:
·       Racionalismo (siglo XVII).
·       Empirismo (siglo XVII-XVIII).
·       Idealismo trascendental de Kant ( siglo XVIII).
·       Idealismo absoluto de Hegel (siglos XVIII-XIX)

Características de la filosofía moderna
Podríamos señalar que las características que presenta la filosofía moderna, a grandes rasgos, son:
·       Desplazamiento de la cuestión teológica en favor de una mayor centralidad de los problemas de la naturaleza y el hombre. Este desplazamiento se hace patente por la situación de crisis, aunque un análisis riguroso nos hace ver que, en el fondo, la mayoría de los pensadores de la modernidad intentan, de una u otra forma, fundamentar su visión de la realidad en Dios. A pesar de todo, hay una nueva forma de acercarse a la realidad en esta época de crisis. Ésta va a venir suministrada por la naciente ciencia (Galileo) que al hacer una interpretación mecanicista de la realidad física, le aporta una regularidad tal que de ella es posible un conocimiento firme, seguro, matemático, indudable. Éste comenzará a ser el paradigma nuevo del conocimiento y se buscará en todos los ámbitos una seguridad semejante a la aportada por él.
·       Insistencia en el sujeto humano como punto de partida del conocimiento. Ello supone el abandono de la tesis del realismo ingenuo de la Antigüedad y el Medioevo que sostenía que en el conocimiento se ofrece el objeto o cosa tal como es, y tal como sería aunque yo no lo conociera.
·       Primacía de la Gnoseología sobre la Ontología. Al desplazarse el interés de la realidad tal como es al sujeto. Lo que nos interesa fundamentalmente –y esta afirmación habría que matizarla mucho- es lo que el sujeto conoce. En consecuencia, la filosofía primera, el saber fundamental y fundante de los otros, ya no será la Ontología, reflexión sobre el ser, sino la Gnoseología o Teoría del Conocimiento, reflexión sobre el conocer. De ahí que, quizás, el primer problema que se plantearán los filósofos de la modernidad será el del alcance o límites de nuestras facultades cognoscitivas.
·       El concepto de verdad también varía. La verdad ya no es entendida en el sentido clásico de “adecuación de la cosa con el intelecto”. Aunque a veces se defina así o de forma parecida lo que se quiere decir es otra cosa. Las riendas del conocimiento y por tanto de la verdad, propiedad del conocimiento, ya no estarán en la cosa misma, sino en el propio intelecto del ser humano. Pero, ¿qué hay en el entendimiento que pueda darme noción de verdad? La certeza. Es decir, el sentimiento de seguridad que siempre acompaña a la posesión de la verdad. Aquí estará el punto arquimédico, por eso, habrá que buscar los rasgos de esa certeza que tienen que ser comunes a todos los seres cognoscentes.

Características del racionalismo

Es común en la historia de la filosofía usar el término racionalismo para designar una cierta forma de fundamentar el conocimiento: cabe pensar que el conocimiento descansa en la razón, o que descansa en la experiencia sensible; así, puesto que valoraron más la razón que los sentidos, podemos llamar a Parménides, Platón y Descartes racionalistas; y podemos decir que Aristóteles, Santo Tomás y, por supuesto, Hume, tienden al empirismo, dado el valor que dieron a la experiencia sensible o percepción.
Sin embargo, a pesar de que pueda recibir distintas acepciones y aplicarse en esferas distintas, el término “racionalismo” se utiliza primordialmente para referirse a la corriente filosófica de la Edad Moderna que se inicia con Descartes, desarrolla en la Europa continental con Spinoza, Malebranche y Leibniz, y se opone al empirismo que en esta misma época tiene éxito en las Islas Británicas. Los rasgos que mejor caracterizan al racionalismo moderno son los siguientes:

·       La tesis de que todos nuestros conocimientos acerca de la realidad proceden no de los sentidos, sino de la razón, del entendimiento mismo.
·       El conocimiento puede ser construido deductivamente a partir de unos primeros principios.
·       Los primeros principios del conocimiento no se pueden extraer de la experiencia empírica sino que se encuentran ya en el entendimiento: el innatismo de las ideas.
·       Consideración de la deducción y más aún de la intuición intelectual como los métodos más adecuados para el ejercicio del pensamiento.
·       La consideración de la matemática como ciencia ideal.
·       Reivindicación del argumento ontológico para la demostración de la existencia de Dios.
·       La apreciación optimista del poder de la razón, ésta no tiene límites y puede alcanzar a todo lo real.

Fe y Razón en San Agustin

San Agustín de Hipona 5

Ética - Filosofía Tomás de Aquino

Documental Folosofía Medieval

La filosofia de la Edad Media

BREVE RESUMEN DEL PENSAMIENTO DE TOMÁS DE AQUINO

Breve resumen de la filosofía de Sto. Tomás de Aquino.

La filosofía de Sto. Tomás es un intento de restablecer las relaciones entre fe y razón que la irrupción del aristotelismo de los averroístas latinos había fracturado. Contra las enseñanzas de la fe, éstos afirmaron la eternidad del mundo y la mortalidad del alma y, por consiguiente, defendieron la tesis de la doble verdad.
Para Aquino sólo existe una verdad, cuyos contenidos pueden alcanzarse por la fe, por la razón o por ambas. Esto último es muy conveniente, pues hay personas que carecen de tiempo y facultades para develar verdades, que de no ser por la fe, no alcanzarían; y además, porque la razón humana es falible. Por otro lado, la razón ayuda a la fe prestándole sus procedimientos de ordenación científica y armas dialécticas de argumentación, así como medios para esclarecer los contenidos de la fe.
Siguiendo a Aristóteles, Aquino afirma que el objeto del entendimiento humano, en cuanto humano, ha de partir de las realidades sensibles materiales. Pero, en cuanto entendimiento, tiene por objeto el ser de todo lo real. Así hay que mostrar cómo es posible pasar de las representaciones sensibles particulares a la universalidad de los conceptos. Esto se realiza mediante la capacidad abstractiva:
-          las percepciones sensibles dejan en la imaginación o fantasía una imagen o fantasma
-          el entendimiento agente actúa sobre ella despojándola de sus elementos individuales
-          el entendimiento posible conoce efectivamente la forma abstracta, el concepto universal
Según Aquino el entendimiento conoce directamente el universal, sólo conoce los seres individuales volviendo su atención a la imagen y reconociendo en ella el individuo a partir del cual se ha elaborado el concepto.
El concepto muestra la esencia de la cosa, común a todos los individuos de su especie. Lo que hace que una misma esencia sea diversos individuos es la materia concreta.
Hasta Aquino los filósofos cristianos habían afirmado que la distinción radical entre Dios y sus criaturas estaba en que éstas son un compuesto de materia y forma, siendo Dios forma pura. Como aristotélico, Aquino admite que hay formas inmateriales. La distinción estriba en que los seres creados son un compuesto de essentia y esse: a su esencia no le pertenece necesariamente su existencia, son contingentes. Dios, en cambio, es el Ser necesario, en el que su existencia está incluida en su misma esencia. Dios, en el acto de la creación actualiza, da existencia, a una esencia que es mera potencia.
Aquino adopta la concepción finalista de la naturaleza de Aristóteles. En el ser humano, como en todo ser natural, hay diversas tendencias. Pero el humano, en cuanto ser racional, puede conocer sus propias tendencias y formular ciertas reglas de conducta de acuerdo con las exigencias de su propia naturaleza. A la ordenación general que Dios da a toda la naturaleza la llama Aquino “ley eterna”, a la ley moral que el hombre reconoce en sí mismo y que, en uso de su libertad puede seguir o no, se la llama “ley natural”.
La ley natural es:
-          Evidente, su conocimiento es accesible a todos los hombres.
-          Universal, válida para toda cultura o época pues se deriva de la naturaleza misma del hombre.
-          Inmutable, como la esencia misma de ser humano.
La ley natural es una, pues una es la naturaleza humana, y se expresa en un primer y básico precepto: obra el bien y evita el mal. Pero, atendiendo a las partes de esa naturaleza humana es posible establecer otros preceptos derivados, como son:
-          Como toda sustancia, el hombre considera bueno conservar la propia existencia.
-          En cuanto animal, el hombre tiende a procrear y cuidar de sus hijos.
-          En cuanto racional, el ser humano está inclinado a la búsqueda de la verdad y a vivir en sociedad.
De esta última tendencia se deduce la exigencia de una ley positiva (las leyes sociales legalmente vigentes) pues la vida en sociedad sólo es posible sobre la base de unas normas legales que regulen la convivencia y que concreten los principios que la ley natural enuncia sólo de un modo general. Toda legislación positiva ha de respetar la ley natural, que marca un ideal de justicia sin el que las leyes no serían legítimas.